En una sociedad arraigada en sistemas patriarcales, las madres solteras no solo deben enfrentar los desafíos asociados a la crianza de sus hijos, sino también a los prejuicios y obstáculos impuestos por su entorno. En un reciente estudio, se analizaron las historias de vida de tres madres solteras, buscando comprender cómo estas mujeres interpretan y narran sus propias experiencias.
Las madres solteras, en su lucha diaria, desempeñan un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de sus hijos. La tarea de criar y cuidar de sus hijos recae en su totalidad sobre ellas, y no ven la necesidad de una figura paterna en este proceso. Esta percepción de la maternidad como una responsabilidad exclusivamente femenina es un reflejo de los roles de género que la sociedad les impone.
Sin embargo, ser madre soltera no es una tarea fácil en un país como Colombia, donde existen múltiples problemáticas sociales que dificultan la crianza. El temor y la angustia ante la posibilidad de no cumplir de manera adecuada con su labor de crianza y cuidado, se suman a las inseguridades y la frustración por tener que afrontar estos desafíos solas.
A pesar de estas dificultades, las madres solteras se describen a sí mismas como fuertes, capaces y habilidosas para resolver los problemas de su entorno. Estas cualidades, dicen, están vinculadas a su capacidad de asumir solas la crianza y cuidado de sus hijos, a pesar de los obstáculos que enfrentan.
Ser madre soltera no solo es un desafío emocional, sino también laboral y económico. Las participantes del estudio mencionan las dificultades para lograr un desarrollo pleno en todos los ámbitos de su vida, debido a las restricciones impuestas por su contexto social y cultural. Además, señalan que la brecha salarial y la discriminación laboral dificultan aún más su capacidad para proporcionar un entorno estable para sus hijos.
Ante estas dificultades, las madres solteras piden al Estado colombiano que adopte políticas laborales que reconozcan la labor de crianza de las mujeres y que permitan compatibilizar el desarrollo profesional con la provisión económica.
El estudio también evidencia la necesidad de crear conciencia sobre las experiencias y necesidades de las madres solteras. Es necesario romper con los estereotipos y prejuicios que las invisibilizan y desvalorizan, y empezar a verlas como seres humanos con múltiples roles y capacidades.
Para concluir, se puede decir que ser madre soltera es una experiencia que trasciende los aspectos individuales y se conecta con factores socio-culturales más amplios. No podemos reducir la esencia de estas mujeres a un solo factor, sino que debemos entender que su realidad es el resultado de la interacción de múltiples factores que convergen para dar forma a su vida.
A través de este estudio, se busca generar conciencia sobre la experiencia de las madres solteras y promover futuras investigaciones que tengan en cuenta su perspectiva y su rol en la sociedad. Es importante ver a estas mujeres como más que un rótulo que la sociedad les impone, y reconocer su valor e importancia como madres, mujeres, seres sociales y emocionales.
Más información:
Quiroz Cañizares, J. A., & Rodríguez Chávez, N. (2017). Experiencia emocional de mujeres madres cabeza de familia. (Tesis de grado). Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Psicología, Bogotá D.C.
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