Christian Alexander Zambrano Guerrero
Universidad de Nariño Colombia
Adriana del Pilar Perugache Rodr
Universidad de Nariño Colombia
Jos Julián Figueroa Arias
Universidad de Nariño Colombia
DOI: https://doi.org/10.17081/psico.20.37.2424
En las instituciones de educación superior se entremezclan factores culturales, sociales, psicológicos, filosóficos, ideológicos, históricos, familiares, económicos y políticos. Factores nutren la interacción de las dinámicas individuales y grupales, las cuales pueden aportar positiva o negativamente a la convivencia. Tales factores se relacionan con los aprendizajes que subyacen en la génesis y transformación de comportamientos y actitudes, los cuales posteriormente se consolidan como fenómenos sociales susceptibles de ser analizados e inclusive transformados cuando se requiere minimizar sus efectos negativos en los individuos afecta-dos (González & Mora, 2014).
Según Ribes, Rangel y López (2008), los fenómenos sociales están mediados por el lenguaje, y por ser este un sistema de signos comprendidos por una comunidad, permite la expresión de sentimientos y pensamientos que articulan las interacciones de los seres humanos y delimitan la pertinencia de sus comportamientos respecto al contexto donde tienen lugar.
En este sentido, el fenómeno de la Violencia Basada en Género (VBG) se relaciona con:
- las conductas emitidas durante las interacciones
- el lenguaje implícito y explícito asociado
- las cogniciones subyacentes
En la manera como estos aspectos se estructuran se puede develar la presencia de relaciones de poder asimétricas que propician y perpetúan la desigualdad y los estereotipos, afectando negativamente las interacciones entre las personas.
Este fenómeno es considerado como un problema de salud pública presente en todos los niveles educativos y socioeconómicos, independientemente de la procedencia geográfica de las personas. El fenómeno de la VBG ha sido estudiado en instituciones de educación superior internacionales. Por ejemplo, Straus (2004) estudió sus manifestaciones en el contexto universitario y encontró que un 29 % de los estudiantes de varios países reconocía que habían co-metido algún tipo de manifestación de VBG sobre su pareja. También en la investigación de Muñoz, Graña, O’Leary y González (2006) se reporta que uno de cada cinco estudiantes universitarios ha experimentado manifestaciones de VBG de tipo físico en la relación de pa-reja, y más de la mitad ha sufrido violencia psicológica. El estudio de Smith, White y Holland (2003) muestra, por su parte, que un 77,5 % de estudiantes universitarias de último año de carrera en Estados Unidos ha sido víctima de algún tipo de violencia física o sexual por sus parejas.En tanto que en Colombia, Moreno, Sepúlveda y Restrepo (2012) caracterizaron los actos de violencia de género que suceden entre los miembros de una co-munidad universitaria (docentes, administrativos y estudiantes), encontrando que el 64,6 % de los participantes vivieron actos de discriminación y violencia.
Existen múltiples formas en las que se puede apreciar la VBG: la violencia física basada en género se entiende como una forma de agresión producida por la aplicación de la fuerza física no accidental, caracterizada por lesiones variables sobre el cuerpo, con consecuencias leves o graves que incluyen la muerte y que siempre tienen efectos traumáticos de orden psicológico, ya que es generada con una intencionalidad. La violencia sexual basada en género es toda acción u omisión, voluntaria o involuntaria, dirigida por una persona a otra con base en su género y que, causando daño físico o emocional, vulnera los derechos sexua-les de la otra persona, le impide o limita la satisfacción de sus necesidades sexuales e inhibe el pleno desarrollo de su sexualidad. La violencia psicológica basada en género se refiere a toda agresión a la vida afectiva que genera múltiples conflictos, frustraciones y traumas de orden psicológico y social, en forma temporal o permanente. Está relacionada con las agresiones físicas y sexuales y puede pre-sentarse como una relación cotidiana en la convivencia expresada en tres formas: a) agresión verbal, utilizada para humillar, ridiculizar, amenazar o denigrar, b) len-guaje corporal, miradas de insatisfacción, de rechazo o burlescas, y c) chantaje afectivo. Este tipo de violencia se ejerce entre la pareja y entre padres e hijos, y se expresa en la negación a la libertad del otro. En las víctimas y victimarios de la VBG subyacen una serie de actitudes que influyen directamente en la forma cómo las personas se comportan en determinadas situaciones y contextos. Según Ajzen y Fishbein (1980), la actitud es una tendencia para responder de manera favorable o desfavorable frente a una entidad (objeto) concreta, tendencia aprendida en la estructura social y cultural en la que el ser humano convive. Al reconocer que las manifestaciones de VBG de tipo físico, sexual y psicológico se basan en las actitudes (Valls, Oliver, Sánchez, Ruiz & Melgar, 2007) y mostrar que sus efectos aquejan a hombres y mujeres de diferentes clases sociales, culturas, niveles educativos y edades (Valls & Oliver, 2004), se evidencia la importancia del objetivo general de este trabajo en comprender el fenó-meno de estas manifestaciones en docentes universitarios
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