El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP o PBL, por sus siglas en inglés) es un método educativo que promueve un rol activo para los estudiantes. Este enfoque incrementa el interés y la motivación del alumno hacia temas que despiertan su curiosidad y satisfacen su deseo de explorar nuevos conocimientos.
Aunque los proyectos deben cumplir con los contenidos mínimos establecidos en los currículos oficiales, los estudiantes gozan de autonomía y capacidad de decisión en el desarrollo de los mismos. Estos proyectos pueden ser asignados por el profesor, pero siempre deben partir de las necesidades e intereses del grupo.
En esta metodología, los estudiantes siguen un proceso en el que el resultado final no es el único objetivo; el verdadero propósito radica en el desarrollo del trabajo en sí. La adquisición de contenidos es tan importante como el desarrollo de habilidades y actitudes durante el proceso. El método implica la realización de un proyecto, generalmente de cierta envergadura y en grupo. Este proyecto es analizado previamente por el profesor para asegurarse de que los alumnos cuenten con las herramientas necesarias para resolverlo y que, al hacerlo, desarrollen las destrezas deseadas.
El desarrollo del proyecto comienza con una pregunta generadora. Esta pregunta no debe tener una respuesta sencilla basada únicamente en información, sino que debe requerir el ejercicio del pensamiento crítico para su resolución. El proyecto ayuda a moldear este tipo de pensamiento y proporciona un andamiaje que permite al estudiante aprender a realizar las tareas cognitivas que lo caracterizan. Ejemplos de pensamiento crítico incluyen: juzgar entre alternativas, buscar el camino más eficiente para realizar una tarea, sopesar la evidencia, revisar ideas originales, elaborar un plan o resumir los puntos más importantes de un argumento.
Objetivos
El aprendizaje basado en proyectos tiene diversos objetivos, entre los cuales destacan:
- Formar personas capaces de interpretar los fenómenos y acontecimientos que ocurren a su alrededor.
- Desarrollar motivación hacia la búsqueda y producción de conocimientos a través de experiencias de aprendizaje atractivas que involucren a los estudiantes en proyectos complejos del mundo real, donde puedan desarrollar habilidades y conocimientos.
Los proyectos tienen objetivos claros, enfocados en lo que los estudiantes deben saber como resultado de su aprendizaje. Existe un objetivo triple: que los estudiantes construyan sus propios conocimientos, desarrollen competencias y trabajen de forma colaborativa.
Desde tiempos de Kilpatrick, se han identificado diversas modalidades de proyectos que requieren diferentes fases para su realización. Actualmente, la forma en que se llevan a cabo estos proyectos es variada, pero podríamos resumir las fases comunes de la siguiente manera:
- Identificación de la necesidad: El proyecto nace de una necesidad genuina de saber o conocer algo (acto de inquirir). El grupo se enfrenta a una situación problemática que necesita ser abordada.
- Reflexión inicial: Los estudiantes analizan qué conocimientos poseen sobre la temática y qué información adicional requieren para profundizar en ella.
- Fase de investigación: Se inicia un proceso de investigación en el que los estudiantes se organizan en grupos heterogéneos, guiados a menudo por una pregunta motriz, a partir de un contexto específico. Es importante destacar que no se realiza un estudio previo de materiales ni el profesor proporciona la información necesaria para abordar el proyecto.
- Presentación de resultados: Al finalizar la fase de investigación, los grupos presentan a la asamblea de la clase los resultados obtenidos. Generalmente, este resultado se traduce en un producto concreto, a menudo tangible. Durante la creación de este producto, los estudiantes adquieren nuevos aprendizajes. En la mayoría de los proyectos, se elabora un mapa conceptual que resume lo investigado.
- Presentación pública: En algunos casos, se lleva a cabo una presentación pública del proyecto ante la comunidad educativa o ante agentes sociales involucrados en la problemática abordada.
- Evaluación y reflexión: Finalmente, toda la clase se reúne para compartir lo aprendido y reexaminar qué saben ahora sobre la cuestión y qué necesitan saber a continuación. Este proceso reiterativo convierte al proyecto en una especie de espiral de aprendizaje continua, ya que, a lo largo de la investigación, suelen surgir nuevas interrogantes que pueden dar inicio a un nuevo proyecto.
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