Redactar una conclusión adecuada es esencial para cerrar cualquier investigación, informe o trabajo académico de manera impactante. Una buena conclusión no solo resume lo investigado, sino que también ofrece una reflexión final y proyecciones futuras. Aquí te explicamos cómo hacerlo paso a paso, basado en la metodología de las Bibliotecas Duoc UC.
Síntesis del desarrollo
El primer paso para redactar una conclusión es realizar una síntesis del desarrollo del tema. Aquí, debes destacar los puntos más relevantes que se abordaron en el cuerpo del trabajo.
¿Qué debes incluir?
- Ideas principales: resume los hallazgos más importantes de tu investigación.
- Relación con el tema: explica cómo estos hallazgos contribuyen a la comprensión del tema investigado.
Ejemplo:
«Para finalizar esta investigación, es posible constatar la importancia que ha tenido la llegada de los autos eléctricos a nuestra vida, ya que traen consigo muchos beneficios, sobre todo en el plano medioambiental, pues su nivel de contaminantes en términos globales y locales es mucho menor que aquellos que funcionan con gasolina.»
Evaluación de los objetivos
En esta sección, debes evaluar si los objetivos planteados al inicio del trabajo se cumplieron. Es importante ser claro y específico sobre el nivel de cumplimiento de cada objetivo.
¿Qué debes incluir?
- Objetivo general: ¿se logró el propósito principal de la investigación?
- Objetivos específicos: ¿se cumplieron los objetivos secundarios? ¿En qué medida?
Ejemplo:
«En relación con los objetivos planteados en el inicio, se puede concluir que sí se cumplieron, ya que se logró conocer el funcionamiento de este tipo de vehículos y establecer comparaciones clave entre su motor y el resto de los vehículos. Gracias a la investigación, también fue posible tener claras las ventajas y beneficios que estos autos tienen en la vida del hombre.»
Proyecciones
Finalmente, la conclusión debe incluir un apartado de proyecciones. Aquí, se sugiere abordar nuevos desafíos o temas relacionados que podrían ser interesantes para futuras investigaciones.
¿Qué debes incluir?
- Nuevos escenarios: ¿qué otros aspectos podrían investigarse en el futuro?
- Limitaciones: ¿hubo aspectos que no se pudieron abordar en esta investigación?
Ejemplo:
«Por último, sin duda esta investigación deja abiertos nuevos escenarios de estudio, ya que al ser un tipo de vehículo que ha llegado recientemente a nuestra vida, aún tiene muchos aspectos posibles de explorar y conocer. Por ejemplo, sería muy interesante continuar indagando en los lugares donde se puedan recargar, pues hasta la fecha son muy pocos los puntos de carga e, inclusive, no es posible que esta se realice en casa si es que no se han adaptado los recursos y conexiones eléctricas necesarias. Finalmente, un nuevo desafío de investigación también podría abordar por qué estos autos y llegarán para quedarse como una nueva tecnología, existen tan pocos talleres especializados donde realizar las respectivas mantenciones.»
Consejos clave para una buena conclusión
- Sé conciso: evita repetir información ya mencionada en el desarrollo.
- Reflexiona: ofrece una visión crítica sobre los resultados obtenidos.
- Inspira acción: invita a los lectores a seguir investigando o a reflexionar sobre el tema.
Fuente: Bibliotecas Duoc UC
