La Terapia Racional Emotiva (TRE), desarrollada por Albert Ellis, se fundamenta en un marco histórico y filosófico muy amplio, abarcando desde los filósofos estoicos como Epicteto, que creía que no son las cosas las que nos perturban, sino la opinión que tenemos de ellas, hasta pensadores modernos como Kant, Spinoza, y Russell. También integra influencias de la psicología, como las ideas de Karen Horney y Alfred Adler, así como los principios iniciales del conductismo.
El núcleo de la TRE se centra en la premisa de que los seres humanos logran la felicidad al establecer y perseguir metas. Su enfoque humanístico-existencial combina el hedonismo a corto y largo plazo. Un principio fundamental es la interacción entre cogniciones, emociones y conductas. La TRE distingue entre creencias racionales (flexibles y preferenciales) y creencias irracionales (rígidas y absolutistas). La TRE postula que estas creencias irracionales son la raíz de los trastornos psicológicos y que, aunque los humanos tienen una tendencia biológica a desarrollarlas, también poseen la capacidad de cambiarlas.

