Bienestar laboral como estrategia de innovación y productividad

Según Bisquerra (2001) la felicidad es la forma de valorar la vida en su conjunto así como un estado de bienestar; este mismo autor relaciona la felicidad con el gozo, la sensación de bienestar, al capacidad de disfrute, el estar contento y la alegría. El centro laboral es un espacio que el trabajador pasa buena parte de su tiempo y sus esfuerzos van destinados a la mejora de la empresa. Es común escuchar «paso más tiempo en mi trabajo que con mi familia» lo que es una realidad, en el contexto de Lima, donde es tráfico vehicular genera pérdida de tiempo para compartir con la familia o en actividades personales, por lo tanto las empresas deben enfocar sus esfuerzos en promover el bienestar laboral.

El Bienestar Laboral va más allá de la simple ausencia de problemas en el trabajo. Se trata de un estado de satisfacción y realización personal que experimenta el empleado en el ámbito laboral, producto de las condiciones y el entorno que le brinda la empresa.

En un estudio de 2021, la consultora Deloitte definió como tendencia en Recursos Humanos para ese año la organización de las tareas de los trabajadores teniendo en cuenta el cuidado de todos ellos desde el principio. 

Factores que inciden en el bienestar empresarial

Clima laboral y comunicación: Mejorar la comunicación entre todos los componentes de los equipos de trabajo, ya sean directivos, mandos intermedios y/o empleados es clave para generar un buen clima laboral y la confianza necesaria para lograr un objetivo común. La gestión de las personas es clave para avanzar.

Flexibilidad horaria y confianza: Dedicamos gran parte de las horas del día a trabajar y descuidamos la salud. Realizar jornadas flexibles ayudará al autocontrol del estrés y del “rebote” la productividad. Se reducen las bajas laborales y disminuye la rotación de personal.

Bienestar físico: Potenciar actividades físicas conjuntas para fortalecer y cuidar el cuerpo. El objetivo es trabajar todo el cuerpo por fuera y por dentro para hacer frente al día a día.

Alimentación: Potenciar la comida saludable de los empleados.

Espacios: La Organización Mundial de la Salud (OMS) define un entorno saludable de trabajo como aquel en el que las personas colaboran en un proceso de mejora continua, para proteger la salud, la seguridad y el bienestar de todos. Los espacios de trabajo con buena ventilación y luz natural ayudan a la productividad. 

A título personal, es importante encontrar el equilibrio entre cuerpo, mente y alma, y para conseguirlo ayuda bastante dedicar tiempo a uno mismo, sin olvidar el trabajo y la familia.

A título empresarial, es importante modificar procesos internos para ofrecer a los empleados herramientas para su bienestar. Estos cambios mejorarán la imagen exterior de la compañía y por supuesto la productividad.

Solo como dato, la industria del bienestar ha crecido un 12,8% en los últimos años y representa un 5,3% de la economía mundial.

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