Establecer y perseguir metas, ambas asociadas con la salud mental y el éxito futuro, requieren la capacidad de pensar en el futuro. Esta capacidad también se puede utilizar a través de simulaciones mentales, donde uno imagina un evento o estado futuro y el camino para alcanzarlo. Estos dos procesos pueden complementarse entre sí, mejorando potencialmente nuestra capacidad para alcanzar una meta cuando simulamos mentalmente los pasos para alcanzarla y la alegría de conseguirla. Las simulaciones mentales, una habilidad humana única para proyectarnos hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, han sido experimentalmente relacionadas con el estado de ánimo de las personas, el sentido de propósito en la vida e incluso los hábitos de ejercicio. Sin embargo, muchos estudios de simulación piden a los participantes que imaginen eventos futuros impersonales, en lugar de centrarse en metas personalmente significativas.
Gamble, B., Tippett, L. J., Moreau, D., & Addis, D. R. (2021). The Futures We Want: How Goal-Directed Imagination Relates to Mental Health. Clinical Psychological Science, 9(4), 732-751. https://doi.org/10.1177/2167702620986096
En consecuencia, nuestro entendimiento de cómo las simulaciones mentales de metas personalmente importantes pueden afectar el bienestar está limitado. Un estudio de 2021 realizado por el psicólogo australiano Beau Gamble y su equipo tuvo como objetivo llenar esta brecha de conocimiento. Reclutaron a 153 adultos australianos y recopilaron datos sobre sus características demográficas, bienestar, estado de ánimo y habilidades cognitivas. Se les pidió a los participantes que pensaran en metas que deseaban alcanzar a corto, mediano y largo plazo. Luego seleccionaron las dos metas más importantes de cada período de tiempo. A los participantes se les hicieron preguntas sobre cada una de las seis metas elegidas, que luego fueron evaluadas en seis variables adicionales por un asistente de investigación capacitado. En la fase de simulación, se les dio a los participantes tres minutos para imaginar y describir verbalmente una escena futura específica relacionada con cada meta. Después de cada simulación, los participantes respondieron preguntas sobre la positividad/negatividad, vivacidad, detalle, claridad, fragmentación y perspectiva de la simulación.
Dos meses después de las entrevistas iniciales, los participantes completaron una encuesta de seguimiento que examinaba su bienestar, estado de ánimo y cualquier progreso que hubieran logrado en cada una de las seis metas elegidas. Esto permitió a los investigadores evaluar los cambios en el bienestar de los participantes entre el momento del estudio y el seguimiento. El estudio encontró correlaciones positivas fuertes entre la alcanzabilidad de las metas, el sentido de control y el bienestar, así como, entre la centralidad de las metas para la identidad de los participantes y el bienestar. La alcanzabilidad de las metas y el sentido de control se correlacionaron negativamente con los síntomas depresivos. La claridad, el detalle, la vivacidad y la positividad de las metas reportadas por los participantes se correlacionaron positivamente con el bienestar y negativamente con los síntomas depresivos. Aquellos que obtuvieron una puntuación más alta en la claridad de las metas informaron un mayor progreso en sus metas con el tiempo. En general, una mayor alcanzabilidad e importancia de las metas, así como una mayor claridad y menor negatividad de las simulaciones al inicio del estudio, se asociaron fuertemente con un mayor bienestar, menores síntomas depresivos y un mayor progreso en las metas en el seguimiento. Específicamente, una menor negatividad (y una mayor positividad) de las simulaciones de metas predijo el bienestar en el seguimiento, representando el 73% de la variabilidad en el bienestar.
Los resultados sugieren fuertes vínculos entre ciertos aspectos del establecimiento de metas, su búsqueda y el bienestar. Los vínculos más fuertes con la salud mental fueron una mayor alcanzabilidad percibida, sentido de control y menor dificultad esperada para alcanzar las metas. La alcanzabilidad percibida de las metas fue el predictor más fuerte del progreso en las metas. En cuanto a las simulaciones dirigidas a metas, la valencia emocional de las simulaciones parece ser particularmente importante para predecir la salud mental a lo largo del tiempo. Un mayor bienestar y menores síntomas depresivos se correlacionaron con una mayor claridad, vivacidad y detalle de las simulaciones.
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