El inventario de Emociones Académicas en Tareas Matemáticas (INETAM) es un instrumento de autoinforme diseñado para evaluar las emociones académicas en la población mexicana. Este instrumento consta de 35 reactivos, divididos en cuatro subescalas: entusiasmo, disfrute, aburrimiento y frustración. Las respuestas se registran en una escala de tipo Likert de cuatro opciones, que van desde «totalmente en desacuerdo» (1) hasta «totalmente de acuerdo» (4).
La universalidad de las emociones académicas medidas por el INETAM, como el entusiasmo, disfrute, frustración y aburrimiento, hace que su aplicación sea relevante en cualquier contexto de aprendizaje. Aunque originalmente fue desarrollado para tareas matemáticas, su uso en la asignatura de Psicología es igualmente válido, ya que estas emociones son fundamentales en la motivación y el rendimiento académico en diversas disciplinas.
La robustez del INETAM, respaldada por rigurosos procesos de validación, garantiza su adaptabilidad y aplicabilidad en diferentes poblaciones, incluyendo estudiantes de 17 a 19 años. La implementación de este instrumento puede proporcionar información valiosa para enriquecer las prácticas educativas y contribuir a la investigación académica, ofreciendo un entendimiento profundo de cómo las emociones influyen en el aprendizaje.
Además, la estructura y validación psicométrica del INETAM aseguran su relevancia en distintos contextos educativos, lo que facilita su uso efectivo en la Psicología, un ámbito especialmente pertinente para el estudio de las emociones.
Las emociones académicas
Las emociones académicas se refieren a las experiencias emocionales relacionadas con el éxito o fracaso académico . Estas emociones influyen directamente en el aprendizaje y el bienestar psicológico del estudiantado.
Categoría | Descripción | Emociones |
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De logro | Están relacionadas con actividades que permiten a los estudiantes experimentar éxito o fracaso. |
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Epistémicas | Se vinculan con problemas cognoscitivos relativos a los obstáculos o gratificaciones en la resolución de problemas. |
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Tópicas | Guardan relación con el contenido académico. Sean positivas o negativas, pueden despertar el interés del estudiante. |
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Sociales | Aluden a las percepciones y relaciones que se forman entre estudiante – docente y estudiante – estudiante. Son relevantes en las interacciones en el aula. |
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Las investigaciones han mostrado que estas emociones específicas tienen un impacto significativo en el rendimiento académico en general (Pekrun y Linnenbrink-Garcia, 2012). Las emociones positivas como el entusiasmo y el disfrute están asociadas con mejores resultados académicos y una mayor motivación intrínseca, mientras que las emociones negativas como la frustración y el aburrimiento tienden a tener un efecto adverso, reduciendo la motivación y afectando el rendimiento.
Por otro lado, estas cuatro emociones también juegan un rol crucial en la experiencia educativa del estudiantado, especialmente en situaciones complicadas como las que se generaron durante la pandemia (Obergriesser y Stoeger, 2020). El entusiasmo, que generalmente se nutre de la interacción directa y la retroalimentación inmediata en el aula, se vio mermado por la falta de conexión personal y la dinámica limitada del aprendizaje en línea.
El disfrute, que históricamente se relaciona con la satisfacción y la alegría por aprender, se vio desafiado por la transición a la enseñanza en línea. La naturaleza impersonal y a veces monótona de las clases en línea redujo la alegría y satisfacción de las y los estudiantes. Además, la falta de experiencias prácticas y el aislamiento de sus compañeros y maestros disminuyeron la sensación de disfrute y logro. Sin embargo, algunos estudiantes encontraron formas innovadoras de disfrutar del aprendizaje, aprovechando la flexibilidad y la personalización que ofrece la enseñanza a distancia.
El aburrimiento se incrementó notablemente durante este período. La estructura repetitiva y la falta de variedad en las sesiones en línea, junto con la ausencia de cambios de entorno y la interacción social limitada, contribuyeron a una sensación generalizada de tedio y desinterés (Fawaz et al., 2021). Los estudiantes luchaban por mantenerse motivados y comprometidos en un entorno que a menudo carecía de estímulos y desafíos nuevos o en entornos domésticos potencialmente distractores .
Los estudiantes que experimentan aburrimiento pueden evitar participar en discusiones en clase, hacer preguntas o buscar ayuda, lo que limita su aprendizaje y desarrollo académico.
La frustración se convirtió en una emoción común, exacerbada por múltiples factores como problemas técnicos, dificultades en la comprensión de nuevos conceptos sin la ayuda presencial docente, y el estrés de adaptarse a métodos de enseñanza y evaluación desconocidos (Son et al., 2020; Aslan et al., 2020). Esta frustración se vio agravada por la incertidumbre y los desafíos generales que la pandemia trajo a la vida del alumnado, afectando no solo su rendimiento académico, sino también su bienestar emocional.
Sánchez Hernández, A. F., & García Cabrero, B. (2024). Impacto de dos estrategias didácticas en las emociones académicas de estudiantes de bachillerato durante la pandemia. Revista Psicología Educativa, 12(1), 21-34.
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