El tratamiento de pacientes con trastorno límite de la personalidad (TLP) y trastorno por uso de sustancias (TUS) representa uno de los mayores retos en la psicología clínica. Esta comorbilidad se asocia a un peor pronóstico, mayor tasa de recaídas, conductas autolesivas más frecuentes y una notable dificultad en la adherencia al tratamiento. No obstante, los avances en las intervenciones psicoterapéuticas están cambiando este panorama. Diversos estudios recientes evidencian la efectividad de determinados modelos terapéuticos que, integrando distintas estrategias, logran resultados significativos en esta población.

A pesar de que el TLP afecta aproximadamente al 2% de la población general, su prevalencia puede alcanzar hasta el 60% entre las personas con adicciones. A su vez, entre un 30% y 50% de quienes tienen diagnóstico de TLP presentan también un trastorno por uso de sustancias. Esta interrelación compleja se explica por factores comunes como la desregulación emocional, la impulsividad y los estilos de apego inseguros.
Revisión sistemática de intervenciones psicoterapéuticas
Una revisión publicada en la Revista Española de Drogodependencias en 2025, a cargo de Daniel González-Mora, analizó 16 estudios que evaluaron la eficacia de diferentes terapias aplicadas a pacientes con diagnóstico dual de TLP y TUS. Las intervenciones más estudiadas fueron:
- Terapia dialéctico-conductual (TDC)
- Psicoterapia deconstructiva dinámica (DDP)
- Terapia de esquemas de enfoque dual (DFST)
- Terapia de aceptación y compromiso (ACT)
- Terapia basada en la mentalización (MBT)
- Good Psychiatric Management (GPM)
- System Training for Emotional Predictability and Problem Solving (STEPPS)
- Terapia de familia integradora orientada al TLP en adolescentes (I-BAFT)
La TDC, desarrollada por Marsha Linehan, ha demostrado ser eficaz en la mejora de la regulación emocional, la reducción de conductas autolesivas y el aumento de días de abstinencia. Se basa en combinar técnicas cognitivo-conductuales con estrategias de aceptación y mindfulness.
La DDP, propuesta por Robert J. Gregory, está diseñada especialmente para pacientes con TLP severo y abuso de sustancias. Sus beneficios incluyen la reducción de síntomas depresivos y disociativos, mejora en el funcionamiento global y disminución del consumo de sustancias.
Terapias emergentes con resultados prometedores
La DFST mostró buenos resultados en la reducción del consumo, aunque con mejoras limitadas en los síntomas afectivos. La ACT, por su parte, fue útil para fomentar la aceptación emocional y reducir el consumo de sustancias ilegales.
Otras intervenciones como I-BAFT, GPM y STEPPS evidenciaron mejorías significativas, especialmente en población adolescente o con fuerte inestabilidad afectiva, aunque aún requieren más estudios que confirmen su eficacia.
La evidencia actual permite afirmar que existen tratamientos efectivos para la comorbilidad TLP-TUS. En particular, la TDC y la DDP son las terapias con mayor respaldo científico. Esta realidad obliga a superar el nihilismo terapéutico y apostar por programas integrados y personalizados que consideren factores transdiagnósticos como la impulsividad, la desregulación emocional y los estilos de apego.
Referencias
González-Mora, D. (2025). Efectividad de las intervenciones psicoterapéuticas en pacientes con trastornos adictivos y trastorno límite de la personalidad: una revisión sistemática. Revista Española de Drogodependencias, 50(1), 27-50. https://doi.org/10.54108/10104
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