https://doi.org/10.25009/pys.v34i2.2899
La intervención psicosocial para la prevención del alcoholismo en los adolescentes se considera un proceso de transformación personal y social que apunta hacia la determinación y solución de las necesidades vinculadas al crecimiento, enfatizando en la necesidad de cogestionar tales cambios con los padres en la formación de sus hijos sobre la base de una participación crítica de los adolescentes que fortalece su sentido de pertenencia e identidad, así como el establecimiento de un compromiso social. Esta propuesta sensibiliza a los adolescentes en relación con la prevención del alcoholismo a través de la aplicación de un programa basado en las representaciones sociales acerca del consumo de bebidas alcohólicas en estas edades, para lo cual se utilizan diferentes técnicas y procedimientos.
La intervención psicosocial permite la exploración de alternativas para la participación de los adolescentes y de sus padres en la solución de sus problemas. En este proceso emerge la toma de conciencia que determina que los sujetos pongan sus recursos personales, de manera oportuna en las tareas en las que se implican. La participación activa de los adolescentes en las tareas de la intervención es fuente de creación, de confrontación, de razonamiento y de experiencias que permiten alcanzar de forma gradual niveles de interpretación relativamente más complejos.
El método propuesto por Alonso (2001) para prevenir el alcoholismo en los adolescentes se puede vincular con las asociaciones libres de palabras que permiten develar la representación social que tienen ellos sobre este fenómeno; se pueden sustituir algunas palabras evocadas por el adolescente, pero con un carácter distorsionante de sus realidades percibidas, en un proceso que es dirigido por el lenguaje como un medio eficaz y necesario para la construcción de una nueva representación social sobre el consumo. Mediante la técnica denominada “El marciano” del paradigma de los procesos correctores comunitarios (Cucco, 2006; Cucco et al., 2021) se puede formar un núcleo (sintaxis) semántico significante (unificación de varios conceptos semánticos que signifique una representación a partir de una expresión simbólica del sujeto) que tipifique los conceptos, imágenes y símbolos representados por los adolescentes sobre el fenómeno a prevenir. Se considera que en la adolescencia se debe contar con diversas alternativas para intervenir en sus diferentes espacios, y particularmente en su accionar en la familia, Así, esta propuesta sirve de guía para sensibilizar a los adolescentes en relación con la prevención del alcoholismo en esta edades a través de diferentes técnicas y procedimientos.
Definiciones operacionales que incluyen los siguientes conceptos:
- Representación social: constituyen modalidades de pensamiento orientadas hacia la comunicación, la comprensión y el dominio del entorno social, material e ideal. Además, apuntan a un fin práctico de organización de la información, de dominio del ambiente (material, social o ideal) y de orientación de los comportamientos y las comunicaciones. Designa el saber del sentido común, es una forma de pensamiento social. Constituyen modalidades de pensamiento práctico orientadas hacia la comunicación, la comprensión y el dominio del entorno social, material e ideal.
- Núcleo figurativo: Constituye la parte más sólida y estable de la representación, ejerce una función orientadora para el conjunto de la representación. Ofrece la homogeneidad del grupo y tiene una función consensual, resumiendo la significación del objeto.
- Campo representacional: Se refiere a la jerarquía y el orden que adquieren los elementos que se encuentran en la configuración del contenido de la representación cuando forman parte de ella.
- Actitud: Es la orientación general, positiva o negativa, que tiene una persona hacia el objeto de la representación. En ella se estructuran elementos afectivos y valorativos que implican al individuo emocionalmente, expresando así la orientación evaluativa ante ese objeto.
- Alcoholismo: se define como un trastorno conductual crónico manifestado por repetidas ingestas de alcohol, excesivas respecto a las normas dietéticas y sociales de la comunidad, que acaban interfiriendo la salud o las funciones económicas y sociales del bebedor. Es un trastorno conductual crónico manifestado por repetidas ingestas de alcohol, excesivas respecto a las normas dietéticas y sociales de la comunidad, que acaban interfiriendo la salud o las funciones económicas y sociales del bebedor.
- Personas no alcohólicas: Son aquellos sujetos que no beben nunca (abstemio) o que lo hacen en ocasiones o frecuentemente, pero sin llegar a sobrepasar los límites sociales establecidos (bebedor ocasional o social).
Deja una respuesta